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nota informativa de la Societat Valenciana d’Ornitologia (SVO) sobre los daños ambientales provocados por los incendios de Cortes de Pallás y Andilla


La Societat Valenciana d’Ornitologia (SVO) es una asociación no gubernamental que trabaja en el ámbito de la conservación del patrimonio natural de la Comunidad Valenciana. Somos uno de los colectivos relacionados con el estudio y la conservación de la Naturaleza con mayor experiencia, mejor trayectoria y mayor número de socios de los existentes actualmente en la Comunidad Valenciana. La SVO cuenta entre su plantilla con un numeroso equipo de profesionales del campo de la biología, la pedagogía y la conservación. Nuestras aportaciones a nivel técnico y divulgativo han permitido llevar a cabo, en los últimos años, numerosas acciones en defensa de nuestro patrimonio natural, principalmente en términos de conservación de especies protegidas, seguimiento de obras sobre el ecosistema y declaraciones de espacios protegidos.

Como consecuencia de los recientes incendios forestales acontecidos en los últimos días, que han devorado más de 50.000 hectáreas de masa forestal, desde la SVO hemos querido aportar una valoración de las afecciones ambientales provocadas principalmente sobre la fauna, la flora y los hábitats de las zonas afectadas. Más allá de la tragedia y del drama humano que se ha vivido estos días en los municipios afectados por estos grandes incendios, y que lamentamos enormemente, está la gran pérdida de biodiversidad y ecosistemas, muchas veces poco valorada en términos cualitativos y cuantitativos ante situaciones como ésta, y que desde el punto de vista técnico y a partir de la información de la que disponemos, queremos poner de manifiesto.

Son muchos los valores naturales que albergaban estas zonas, muchos de los cuales se han perdido y no podrán recuperarse hasta pasado un largo periodo
de tiempo.

En primer lugar, es necesario mencionar la afección a los espacios de la Red Natura 2000, que es la red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. En este sentido, el incendio de Cortes de Pallás ha afectado parcialmente la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) de “Sierra Martés y Muela de Cortes”, así como el LIC (Lugar de Importancia Comunitario) “Sierras Martés, del Ave y del Caballón”. Por su parte, el incendio de Andilla ha afectado dos ZEPAs (Alto Turia-Sierra del Negrete y Sierra Calderona) y dos LICs (Alto Palancia y Sierra Calderona). Todos estos espacios han sido designados por albergar especies de fauna de gran interés de conservación, entre las que se encuentran algunas rapaces como el Águila Perdicera, el Águila Real, el Águila Culebrera, el Halcón Peregrino y el Búho Real.

En cuanto a los hábitats designados por la Unión Europea según la Directiva 92/43/CEE, relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, se han afectado a un gran número de ellos en ambos incendios, destacando, entre otros, los hábitats naturales “Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga”, “Matorrales arborescentes con Juniperus sp.”, “Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos”, “Bosques de Quercus ilex y Quercus rotundifolia” y “Bosques endémicos de Juniperus”.

Estos hábitats albergan una interesante flora formada por especies mediterráneas autóctonas, que también han sido arrasadas por el fuego: carrascas, enebros, sabinas, brezos, aliagas, jaras, tomillos, romeros, lentiscos, aladiernos, madroños, espinos negros, madreselvas, y un largo etcétera. En las zonas altas de Andilla, Alcublas y Sacañet también han ardido pinos negrales, pinos silvestres y sabinas negrales.

En cuanto a la fauna, sólo algunos individuos de las especies con mayor capacidad de huida (caso de ungulados como el ciervo, la cabra montés, el corzo y el jabalí, además de algunas aves), pueden haber tenido alguna oportunidad para escapar de las llamas. No obstante, las proporciones de ambos incendios han sido de tal magnitud que la huida de muchos animales debe haberse visto seriamente limitada. De hecho, nos consta que han aparecido algunas cabras monteses y otros animales calcinados en los dos fuegos.

Miembros de la SVO han recorrido estos días algunos de los parajes afectados, habiendo encontrado una gran cantidad de animales calcinados o asfixiados por el humo, entre los que se encuentran ginetas, ardillas, jabalíes, reptiles, pequeñas aves, rapaces, etc. Los animales con menor respuesta de huida (por ejemplo, muchos mamíferos carnívoros como zorros, tejones, gatos monteses, ginetas y garduñas, además de erizos, conejos, roedores, anfibios, reptiles e insectos), han perecido inexorablemente.

Muchas pequeñas aves de los ambientes forestales como pinzones, totovías, cogujadas, carboneros, herrerillos, petirrojos, zorzales, escribanos, chotacabras, etc., han perecido también en el incendio, además de sus nidadas, ya que muchas de ellas se encontraban todavía en pleno proceso reproductor. En total, calculamos que pueden haberse visto afectadas por los incendios de los últimos días, al menos 4 especies de anfibios, 12 de reptiles, 25 de mamíferos y 94 de aves. En cuanto a los invertebrados, el número de especies afectadas es difícil de estimar, pero podría ser de varios miles de taxones, especialmente las pertenecientes a grupos como los insectos, caracoles y anélidos. Aparte de los grupos citados, es posible que algunas otras especies también se hayan visto afectadas (por ejemplo, algunos peces u otros animales ligados a ambientes acuáticos que se hayan visto alterados por la acción del incendio).

La gran superficie calcinada afectará a corto y medio plazo a las poblaciones supervivientes de numerosas especies. Por ejemplo, pueden verse alteradas las áreas de campeo, alimentación y nidificación de numerosas rapaces, carnívoros y ungulados. Asimismo, las poblaciones de especies cinegéticas como la perdiz, la paloma torcaz, los zorzales, el jabalí y la cabra montés, pueden verse mermadas en amplias zonas al desaparecer la vegetación en la que se refugian, crían y alimentan. Los cotos de caza de las zonas afectadas deberían tener en cuenta esta circunstancia y realizar durante los próximos años una gestión extremadamente sensible y acorde con la peculiar situación en la que han quedado. Además, una presión cinegética excesiva en zonas aledañas no incendiadas, en las que pueden haberse refugiado muchos individuos que huyeron del incendio, podría provocar desequilibrios importantes en las ya mermadas poblaciones de las especies objeto de caza.

La SVO se encuentra realizando en estos momentos un estudio de la distribución de las aves en la provincia de Valencia. Se trata de un atlas que representa la aparición de las distintas especies de nuestro territorio en cuadrículas de 5 kilómetros de lado. Muchos miembros de la entidad recorrieron días antes de la catástrofe ambiental algunas de las zonas que ahora se han quemado e identificaron numerosas especies de interés. Los incendios han afectado al menos a 15 especies incluidas en el Anexo I de la Directiva Aves, es decir, especies que requieren medidas de conservación, y a 2 especies catalogadas “Vulnerables” según el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazada: el águila perdicera y el aguilucho cenizo.

Precisamente, el nido de la única pareja de aguilucho cenizo nidificante en la provincia de Valencia, situado en la Sierra Martés, parece haber sido pasto de las llamas. Tres nidos de águila perdicera parecen haberse quemado (dos en el incendio de Cortes y uno en el Andilla), y al menos otras 3 parejas habrían visto alterados sus territorios y áreas de campeo como consecuencia de los fuegos.

La gran superficie afectada por los incendios hace que la afección a la vegetación, a la fauna y a los hábitats haya sido de proporciones enormes, ya que a escala local pueden haberse producido pérdidas totales de algunos hábitats e incluso extinciones locales de algunas especies de fauna ligadas al ecosistema forestal.

La SVO va a mantenerse vigilante ante los trabajos de restauración ambiental que se lleven a cabo en las zonas afectadas, con el objetivo de que dichos trabajos se realicen con los criterios científicos necesarios ante catástrofes de este tipo y evitar las posibles tentaciones especulativas y encaminadas a sacar beneficio económico que pudieran darse. Para ello, no dudamos en ofrecer nuestra colaboración.

Por otro lado, desde la SVO pensamos que es un buen momento para que la Generalitat Valenciana recupere líneas de subvención como la de fomento de aves insectívoras y quirópteros mediante la colocación de cajas-nido, y otras dirigidas al voluntariado ambiental que han sido eliminadas fruto de los recortes de esta administración en materia medioambiental. Asimismo, ahora más que nunca, se hace imprescindible llevar a cabo seriamente los Planes de Recuperación, Conservación y Manejo de las especies protegidas que se han visto afectadas por estos incendios, como por ejemplo, el referente al Águila Perdicera.

Finalmente, no podemos dejar de reflejar nuestra preocupación por el hecho de que la Generalitat Valenciana haya recortado sistemáticamente medios, sobre todo en cuanto a prevención de incendios, sensibilización y educación ambiental. Esta poca sensibilidad es extensiva en general a todas las comarcas de interior y se traduce en cuestiones más estructurales como el abandono rural, el escaso desarrollo y las pocas expectativas de futuro para los jóvenes.

Por todo ello, exigimos a la G.V. que no abandone el entorno rural que tanto nos aporta cultural, social y ambientalmente a todos los valencianos, mediante el diseño de políticas económicas y ambientales sostenibles que paren el éxodo que están sufriendo estas comarcas y ofrezca un futuro a las
generaciones venideras.

Societat Valenciana d’Ornitologia (SVO)

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