El campo de Elche esconde grandes tesoros de la naturaleza y ayer un nutrido grupo de ilicitanos quisieron ponerlo en valor. Más de 150 personas participaron en la seguda ruta de árboles y arbustos singulares del término municipal que organizó la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx (ADR).
En esta ocasión, los participantes disfrutaron contemplando hasta una decena de árboles singulares que están dispersos por la carretera de Dolores y las pedanías de Asprillas, Alzabares y Perleta. La atención de la ruta se centró en eucaliptos, palmeras, chopos ilicitanos, carrascas, tarays y olmos, entre otros ejemplares.
Concretamente, durante esta jornada se visitó el árbol botella de la Universidad Miguel Hernández, la palmera más alta de Elche, ubicada detrás de la Oficina de Turismo y el taray que obtuvo en el año 1987 el premio de la Conselleria de Medio Ambiente al árbol autóctono de dimensiones excepcionales.
Desde la organización destacaron que “en esta ocasión, pese a empezar en el casco urbano, nos hemos acabado alejándose más del centro de la ciudad y nos hemos dirigimos hacia el maravilloso campo de Elche y sus pedanías”.
Por ello, durante la ruta los participantes tuvieron que extremar las precauciones para ver con seguridad estos ejemplares, ya que bastante recorrido de la misma transcurrió por carreteras y fue necesario realizar unos cruces a carreteras principales.
Los asistentes también aprovecharon su incursión en el campo ilicitano para visitar una casa típica de la zona, la ubicada frente a una carrasca centenaria. Además, visitaron el museo de la almazara de El Tendre e infraestructuras hidráulicas de los canales de Riegos el Progreso.
Uno de los organizadores, Raúl Agulló, destacó que “la climatología nos ha acompañado durante la ruta, y ya estamos preparando la próxima salida que nos llevará a conocer los árboles singulares de Matola, Puçol y el Derramador”. La tercera ruta para conocer árboles singulares se realizará en otoño