> La asociación provincial mantiene sus explotaciones a salvo de la plaga y vende palmeras «con garantías sanitarias».
La sede ilicitana de la Cámara de Comercio acogió una jornada sobre el picudo rojo organizada por la Asociación de Empresas Productoras de Plantas de Viveros de la Provincia de Alicante (Vame) y la francesa Afpp-Unifor, para la unificación de criterios y esfuerzos a la hora de combatir la plaga, y la búsqueda de financiación comunitaria para afrontar la lucha con mayores garantías.
El presidente de Vame, Moisés Agulló, hizo un repaso de la situación de la producción de palmeras ornamentales tanto en los viveros profesionales como en los huertos particulares y parcelas de cultivo no asociados. Por su parte, el presidente de la asociación francesa Afpp-Unifor, Roland Pelissier, puso de manifiesto la preocupación por la repercusión de la plaga en sus comarcas y la necesidad de una actuación conjunta «por el bien de todos», con el respaldo necesario de la legislación europea y nacional en todos los países afectados.
Por parte de la conselleria de Agricultura estuvo el director general de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, Manuel Lainez. Expuso las medidas puestas en marcha en la Comunidad Valenciana para hacer frente al picudo.
Los viveristas de Vame explicaron que «en pocos años» han conseguido frenar el desarrollo de ésta plaga en las inmediaciones de sus explotaciones especializadas, de manera que pueden comercializar sus palmeras con fines ornamentales con una «garantía plena de sanidad avalada por las guías fitosanitarias» que la administración autonómica expide para este fin de manera oficial.
Entre las diferentes aportaciones resultó interesante la experiencia sobre el uso de los hongos parásitos que consiguen matar al picudo rojo de las palmeras en todos los estadios de evolución de la plaga, y que además, según afirman los científicos que están desarrollando éste tema, la cepa de éste hongo es originario del campo ilicitano.
Todos los participantes abogaron por trasladar a Bruselas una voz común de todos los afectados por la plaga, para demandar un mayor nivel de protección y ayuda. Además se puso de manifiesto la necesidad de fomentar la formación de técnicos y expertos.
Vía | laverdad.es
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