Margalló

Las obras del nuevo Museo de La Alcudia llevan paralizadas más de dos meses

La empresa asegura que la Generalitat tiene pendiente de pago casi 400.000 euros por los trabajos desarrollados entre febrero y noviembre del año pasado y afirma que no reanudará las labores hasta que cobre

Las obras de remodelación del Museo de La Alcudia, incluidas dentro del Plan Confianza de la Generalitat, llevan paradas desde el pasado mes de noviembre por los impagos del Consell, según confirmaron ayer desde la empresa concesionaria del proyecto, Iniciativas para la Construcción y Obra Civil. El gerente de la mercantil, Juan José Fernández, precisó que no se ha cobrado ninguna de las certificaciones desde febrero del año pasado y que, en estos momentos, la deuda asciende a 388.316,08 euros. Ésta es la tercera vez que se paralizan las obras, desde que comenzaran en agosto de 2010 con un plazo de ejecución de ocho meses, por los retrasos en la consignación de las certificaciones, según se ha mantenido en todo momento desde la empresa. De hecho, el responsable de la mercantil puntualizó que las obras no se retomarán mientras que la Conselleria de Cultura no se ponga al día en los pagos.

El subdirector de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia, Alejandro Ramos, concretó que los trabajos se paralizaron a mitad de noviembre, cuando la ejecución estaba a un 95%. En este sentido, explicó que “el parón ha sido simbólico, ya que quedaba muy poco. Sólo faltaba por colocar tres puertas, las vitrinas, los sanitarios, los fregadores y alguna cuestión puntual más”.
Alejandro Ramos relató que “viene mucha gente preguntando por el museo, pero les tenemos que decir que está cerrado, por lo que muchos se van decepcionados”. Es más, reconoció que la situación también está afectando al día a día del equipo de La Alcudia: “Estamos trabajando en casetas prefabricadas, con todo lo que eso supone, y las piezas tampoco están en un lugar óptimo para su conservación. Incluso la empresa se quería llevar las casetas, pero les dijimos que en el contrato se recogía que, hasta que no acabaran las obras, no las tenían que dejar. Por eso, hemos tenido hasta que cambiar los candados”, detalló.
Ramos reveló que “hemos estado hablado con el Ayuntamiento y nos han dicho que no hay dinero y que no pueden hacer nada, y nosotros, si la Generalitat no paga, estamos atados de pies y manos”. También apuntó que “seguimos trabajando en el proyecto museográfico, pero estamos en un punto en el que ya dependemos del final de las obras porque necesitamos hacer pruebas. La idea era que para la primavera de este año se pudiera haber inaugurado el museo, pero ahora ya llevamos un retraso de un año y las obras continúan paradas”. De momento, según reconoció, “seguimos buscando ideas, proyectos y, sobre todo, financiación”.

“Engañados”
El responsable de la adjudicataria recordó que, “en abril, ya paramos las obras hasta que nos pagaron las certificaciones pendientes hasta enero, y continuamos porque nos dijeron que ya no se iban a producir más retrasos. Sin embargo, hemos aguantado como hemos podido, pero nos han ido engañando desde la Conselleria diciendo que las órdenes de pago están dadas, y nosotros seguimos sin cobrar”.
El gerente también afirmó que, “como consecuencia de esta situación, hemos tenido que despedir a unos 20 trabajadores de la zona”, y detalló que “sólo quedan terminaciones y, de haber continuado, hubiéramos acabado en un mes como máximo”. Finalmente, Juan José Fernández destacó que han interpuesto un recurso en el Contencioso-Administrativo para reclamar la deuda y una indemnización por daños y perjuicios.

Con varios bloqueos
La primera suspensión de los trabajos se produjo en febrero del año pasado, cuando, además, el Gobierno municipal socialista, el grupo popular en la oposición y la entonces consellera de Cultura, Trini Miró, se enzarzaron en una polémica sobre la deuda que tenía pendiente la Generalitat con la empresa. La situación llegó a tal extremo que la titular autonómica de Cultura se desplazó hasta La Alcudia para negar que la Generalitat tuviera deudas. Los trabajos se reiniciaron enseguida.
Fue en abril cuando desde la mercantil volvieron a denunciar los impagos, y aseguraron que tenían pendientes de cobrar unos 300.000 euros, correspondientes a certificaciones pendientes de octubre a marzo de 2011. Al final, la ejecución no se retomó hasta mediados de mayo, una vez que la empresa cobró los pagos pendientes hasta enero del año pasado.

El PSOE ve en peligro el proyecto de San Antón
El concejal del PSOE Héctor Díez afirmó ayer que la decisión de la Generalitat Valenciana “de acabar con el Instituto Valenciano de la Vivienda no sólo es el acta de defunción de este organismo, sino también de las obras del barrio de San Antón”. El edil añadió que con el cierre del IVVSA, tal y como se recoge en su web, “queda claro que el barrio de San Anton ya no es una prioridad para la Generalitat. Y como oposición es nuestra obligación exigirle a la alcaldesa que apoye a los vecinos, que les diga la verdad y que exija al Consell el dinero comprometido y que deje de tapar lo que es ya una evidencia en todas las materias: que la Generalitat está en la ruina”. D. L.

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