MANIFIESTO
Es cada vez más evidente que Afganistán vive bajo condiciones de ocupación militar y guerra. Las tropas españolas no están allí en misión de paz, puesto que participan en la ISAF, misión controlada por la OTAN, que es un simple apoyo a la invasión que inició Estados Unidos tras el 11-S con la operación Libertad Duradera.
Los mismos motivos que existieron para retirar las tropas de Iraq en 2004 se pueden aplicar al caso afgano hoy. La ocupación sólo trae más muertos, tanto entre la población afgana como entre las tropas ocupantes. Ésta es la única novedad en la vida de unas mujeres que no se han visto liberadas de la opresión.
Pese a que nos dijeron que invadían Afganistán para acabar con el terrorismo, la intervención sólo ha provocado muerte y destrucción y un odio cada vez mayor entre la población civil, el cual alimenta a una insurgencia cada vez más fuerte.
Una democracia no se puede construir bajo ocupación militar y menos instalando en el poder a un títere de Estados Unidos y de las multinacionales, el cual no duda en consolidar su posición mediante el fraude electoral y pactos con señores de la guerra.
Tampoco se está reconstruyendo el país, pues éste no es trabajo de fuerzas militares, sino de la propia sociedad. En esta situación, las multinacionales se limitan a sacar tajada.
La OTAN se ha convertido en policía de los intereses de occidente y sus multinacionales y, para ello, no duda en emprender guerras de agresión, saqueo y expolio fuera de las fronteras del Atlántico Norte.
Las tropas españolas participan en esta ocupación con la misión, reconocida por la OTAN, de extender la autoridad del gobierno central.
Sin embargo, desde los diferentes medios nos llega la imagen de un ejército solidario, una idea que el propio desglose del presupuesto militar tira por los suelos, ya que de los 1.100 millones de euros gastados por el estado español en Afganistán, sólo una ínfima parte se destina a ayuda al desarrollo.
La única solución es el fin de la ocupación. Afganistán ha sufrido 30 años de guerra debido a intervenciones militares extranjeras. Debemos permitir al pueblo afgano decidir su propio futuro y apoyar la restitución internacional de todo el daño que se le ha causado.
Por último, queremos que esta retirada sea un paso más en el camino de la desaparición de los ejércitos, requisito sine qua non para la creación de una nueva sociedad.
Todos estos motivos nos llevan a pedir la asistencia y dar nuestro apoyo a la manifestación convocada el 28 de noviembre por el ‘Moviment de Resistència Global d’Alacant’. Ésta partirá desde las escaleras de Jorge Juan a las 19h00.
¡FUERA TROPAS DE AFGANISTÁN!
¡FUERA TROPAS DE CUALQUIER LUGAR!
¡NINGÚN EJÉRCITO, NINGUNA GUERRA!
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Vía | forumelx.wordpress.com