Elche apaga la mitad de las farolas de la vía pública

El equipo de gobierno ya venía anunciando prácticamente desde que tomó posesión su intención de poner en marcha un ambicioso paquete de medidas para reducir el consumo eléctrico en Elche. Sin embargo, en las últimas semanas ha dado un paso al frente y ha comenzado a reducir a la mitad la iluminación en los barrios y pedanías ilicitanas. Para ello, la idea inicial era apagar una farola sí y otra no, aunque lo que se está haciendo en muchos lugares es retirar la luz en las situadas en una acera y dejar encendidas las de enfrente para, en el siguiente bloque, invertir el orden, tal y como ha podido constatar este periódico en los últimos días y confirmó ayer el concejal de Vía Pública, Manuel Rodríguez.
Las primeras zonas afectadas por esta medida han sido el centro, La Zapatillera, Altabix, San Antón y Los Palmerales y, en la actualidad, se está extendiendo también a La Hoya, Carrús Este y el área que va desde la ladera del río hasta la avenida de la Libertad y la calle Antonio Machado, con la intención en que en un breve plazo de tiempo se llegue a todos los barrios y pedanías del término municipal ilicitano, según precisó el concejal.
En cualquier caso, esta decisión no se ampliará, al menos por el momento, a aquellas áreas que, por cuestiones de seguridad o de tráfico puedan presentar algún tipo de riesgo para la circulación rodada o para los peatones, reconoció el edil. No en vano, la avenida de Alicante o la avenida de Santa Pola, por ejemplo, no se han sometido a estas restricciones por ahora, algo a lo que también ha contribuido, según comentó Rodríguez, el hecho de que se ha reducido la potencia de las luminarias en estas vías.
Para aplicar esta decisión, los técnicos estudian las calles afectadas a través de los planos y, posteriormente, visitan el lugar para ver la traslación que puede tener esta iniciativa sobre el terreno. No obstante, el concejal subrayó que, “el planteamiento inicial se está modificando en algunos casos sobre la marcha, si los vecinos nos plantean que cambiemos las farolas que están apagadas, pero siempre manteniendo esa proporción de una luminaria en marcha y otra no”.
Manuel Rodríguez hizo hincapié en que el objetivo es rebajar la factura eléctrica y, paralelamente, reducir la contaminación lumínica en la ciudad. De hecho, según especificó, las estimaciones que maneja el equipo de gobierno en la actualidad apuntan a que, de aquí a final de año, se podrían ahorrar en torno a los 180.000 euros, y que el próximo año se podría llegar a los 800.000 euros durante todo el ejercicio. En esta línea, indicó que, para este año, hay presupuestados en torno a los 5,5 millones de euros para el consumo eléctrico tanto en la vía pública como en los edificios municipales.
El concejal, por otro lado, argumentó que “Elche está muy por encima de lo que marca el Real Decreto 1890/2008, e incluso aplicando estas medidas seguimos estando muy por encima y la ciudad va a continuar estando suficientemente iluminada, aunque con menos coste para las arcas municipales, lo que hará que los ilicitanos no tengan que pagar más impuestos, y con menos coste para el medio ambiente, lo que permitirá que cumplamos con lo que marca la Unión Europea en este sentido”.

Menos potencia
El plan energético impulsado por el Ayuntamiento ilicitano también ha motivado que en los últimos meses se haya rebajado la potencia de las luminarias, de forma que las 150 vatios, por ejemplo, se han reducido hasta los 70 y las de 250 a 100. Es más, las luminarias que se están apagando, con una vida útil de cinco años de media, se están reutilizando para otros lugares que hasta ahora contaban con más potencia
El proyecto se completará en breve con el estudio que se está haciendo en los edificios municipales para tratar de reducir también los costes en la factura eléctrica. El propio concejal de Vía Pública ya anunció en el mes de junio que los técnicos municipales iban a trabajar en la redacción de los pliegos de condiciones administrativas y técnicas para que fuera una empresa la que se hiciera cargo de mejorar la eficiencia energética en este tipo de instalaciones y cumplir con las exigencias que marca la Unión Europea. No obstante, Manuel Rodríguez recordó que habrá otro pliego para el alumbrado público, que se sumará a este paquete de medidas impulsado ahora.

´No se va a poder salir a la calle´

La opinión de los afectados. Los pareceres entre los vecinos de algunos de los barrios que se han visto ya afectados por la reducción de luz en sus calles es totalmente dispar y varía mucho en función de las zonas. Sin duda, los más indignados son los del barrio de San Antón, mientras que en el otro extremo se sitúan los de Altabix, que en algunos casos ni siquiera se habían dado cuenta de la nueva medida adoptada por el Ayuntamiento.

Un paseo en las dos últimas noches es suficiente para comprobar no sólo la disparidad de estampas que ofrece la ciudad en función de calles y barrios, sino también el contraste de opiniones en función del lugar en el que reside quien habla. En San Antón, desde luego, el malestar se palpa en el ambiente, aunque ya hay quien decide tomárselo con filosofía y hasta bromea: “Aquí ya van diciendo que el barrio se ha quedado sin luz para que la pista de petanca pudiera estar iluminada”, aunque el lunes por la noche, pasadas las nueve y media, incluso las instalaciones deportivas estaban en penumbra. Otros, por su parte, se muestran más preocupados: “Aquí va a llegar un momento en el que no se va a poder ni salir a la calle, y ya hay hasta gente mayor que, cuando cae la noche, prefiere quedarse en casa porque hay zonas que están completamente a oscuras”, comenta un grupo de vecinos en el entorno de la iglesia. “Yo no sé dónde vamos a ir con tantos recortes, porque impuestos pagamos los mismos o más”, critica otro joven a escasos metros.
La situación en Altabix varía, al menos entre los consultados. Despiste, efecto de las prisas o simplemente indiferencia, el caso es que son muchos los miran hacia arriba y responden sin pensar: “Ni siquiera me había dado cuenta de que habían apagado las farolas” o “Yo estoy de paso y en mi calle sí hay luz”. No obstante, una de las mujeres que se encuentra junto a unos amigos vecinos del barrio interviene en la conversación: “Esto no es nada para lo que hay en la zona de Doctor Caro. Hay calles que parecen la boca del lobo”, denuncia molesta.
En otros puntos, como la calle Ángel, la noticia tampoco ha pasado desapercibida y hay reacciones para todos los gustos, aunque alguna vecina alerta que la valoración de la medida depende del color político de quien la comenta. Eso sí, los más jóvenes no lo dudan: “Ahora hay gente por la calle y se puede ir, pero cuando no hay nadie da un poco de miedo ir sola”, lamenta una chica. También la Glorieta se ha quedado en parte sin luz, pero la Plaça de Baix o la calle Mare de Déu del Carme, al menos ayer en torno a las ocho y media de la tarde, todavía no presentaban síntomas de restricciones.

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