Ecologistas en Acción, ante la polémica surgida con el cambio de ubicación de estaciones de medición en Madrid, quiere recordar que muchas otras ciudades han acometido esta medida para ‘luchar’ contra la contaminación. Algo que contrasta clamorosamente con la falta de actuaciones ambiciosas para conseguir un aire limpio. Pero más irracional aún resulta que se deroguen medidas eficaces, como pueda ser la limitación de la velocidad en el área metropolitana de Barcelona.
Desde que se aprobó la directiva 1999/30/CE (relativa a los valores límite de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y óxidos de nitrógeno, partículas y plomo en el aire ambiente), que luego se traspuso en España con el Real Decreto Real Decreto 1073/2002, numerosas ciudades y Comunidades Autónomas vienen superando los límites legales para varios contaminantes, en especial el dióxido de nitrógeno (NO2), partículas (PM10 y PM2,5) y ozono (O3).
El Real Decreto citado, en su artículo 6.1 establecía que “En las zonas y aglomeraciones en que los niveles de uno o más de los contaminantes regulados superen su valor límite incrementado en el margen de tolerancia o, si éste no está establecido, el valor límite, las Administraciones competentes adoptarán planes de actuación que permitan alcanzar los valores límite en los plazos fijados”.
Pero estos planes de actuación prácticamente no han existido o han sido irrelevantes para reducir la contaminación. Y ello, a pesar de la vulneración constante de los límites legales de contaminación en muchas de nuestras áreas urbanas y en diferentes zonas industriales en todos estos años. A este respecto, se pueden ver los informes que realiza cada año Ecologistas en Acción, donde queda claro que la vulneración de la normativa es reiterada, así como que la contaminación afecta a gran parte de la población española.
Sin ir más lejos, en 2009, teniendo en cuenta sólo dos contaminantes –NO2 y PM10–, 6,4 millones de personas vivían en áreas con índices de contaminación superiores a los legales, mientras que el 79% de la población respiraba aire que la OMS no considera saludable.
Curiosamente, al tiempo que no se acometían los planes para reducir la contaminación que exigía y exige la legislación vigente, muchas ciudades optaron por maquillar la misma reubicando las estaciones. Entre otras, tenemos los casos de Ávila, Burgos, Córdoba, Granada, León, Madrid, Oviedo, Palencia, Ponferrada, Salamanca, Valencia, Valladolid (que ya empezaron en 2001-2002) o Zaragoza.
Ecologistas en Acción quiere destacar también el caso de Barcelona. A pesar de que se incumple año tras año la legislación para desgracia de la salud de los barceloneses, a pesar de que la medida de reducir la velocidad en las vías de acceso a la ciudad condal ha dado buenos resultados (si bien aún insuficientes, por lo que harían falta actuaciones más ambiciosas), optan por casi eliminar esta actuación y ceder a las presiones de los lobbies del automóvil frente a su deber de preservan la salud de los ciudadanos.
Y es que no hablamos de que incumplir la ley sea un problema burocrático. Hablamos de que la contaminación del aire mata. Y mata mucho. Hay estudios que cifran en al menos 16.000 españoles los que fallecen cada año de forma prematura por este motivo.
La Fiscalía investiga si las urbes maquillan la polución
Barcelona, Valencia, Sevilla y Madrid están siendo vigiladas por presuntas artimañas en la medición.
El fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, ha iniciado una macroinvestigación para comprobar si las grandes ciudades españolas están maquillando sus índices de contaminación, según informaron ayer fuentes del Ministerio Fiscal a Público. Al menos Barcelona, Sevilla y Valencia, además de Madrid, ya estarían siendo vigiladas. Vercher ya atacó en un oficio el 28 de enero al Ayuntamiento de Madrid por intentar disfrazar la contaminación de la capital cambiando las estaciones de medición de polución desde las carreteras a zonas verdes.
Durante meses, la Fiscalía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil midieron la contaminación del aire del municipio madrileño para contrastar los datos de Ruiz-Gallardón, que presumió de una mejora de los niveles de contaminación tras el cambio de estaciones. “Ni siquiera la reubicación de algunas estaciones de medición ha servido para maquillar un resultado que a todas luces cabe calificar de grave”, espetaba el fiscal al Área de Gobierno de Medio Ambiente del consistorio, dirigida por Ana Botella, esposa del expresidente conservador José María Aznar.
Vercher quiere saber ahora si este supuesto fraude es generalizado. “Es una investigación conjunta con el Seprona en las principales ciudades”, detallan desde la Fiscalía.
Ecologistas en Acción ya denunció que, en la última década, muchas ciudades han optado por “maquillar” la contaminación “reubicando las estaciones”. La ONG señala a Valencia, Valladolid, Córdoba, Granada, Oviedo y Madrid. También apunta a Ávila, Burgos, León, Palencia, Ponferrada, Salamanca y Zaragoza. “Los movimientos de estaciones se han hecho de forma subrepticia desde 2001, cuando comenzó Valladolid”, explica el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Segura.
“En Castilla y León no queda ni una de las estaciones que registraban contaminación por encima de los límites legales”, añade Javier Gutiérrez, representante de la ONG en la comunidad autónoma y profesor en la Universidad de Valladolid. En junio del año pasado, los socialistas valencianos denunciaron que la alcaldesa, Rita Barberá, había quitado una estación de medición de la calle Linares, con mucho tráfico, y se la había llevado al cementerio de la ciudad.
Las artimañas de los alcaldes no han sido suficientes. La Comisión Europea decidió el 24 de noviembre de 2010 llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir las normas de calidad del aire y “no hacer frente con eficacia hasta ahora al exceso de emisiones de PM10”. Estas micropartículas, en suspensión en el aire, proceden de las emisiones de la industria, los coches y la calefacción de las casas. Según recordó la comisión, “pueden provocar asma, problemas cardiovasculares, cáncer de pulmón y muerte prematura”.
Fuentes del Ministerio de Medio Ambiente aseguran que, más de dos meses después de la denuncia europea, todavía no han recibido una notificación oficial.
En teoría, España tenía que haber cumplido esta legislación en 2005, pero podía pedir prórrogas hasta junio de 2011 si demostraba que estaba tomando medidas para atajar la contaminación. El Gobierno pidió una prórroga, pero la Comisión Europea, instada por el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, consideró que las acciones contra la polución no eran en absoluto suficientes y ha llevado a España ante la justicia europea.
La contaminación atmosférica provoca cada año unas 370.000 muertes prematuras en la UE, 16.000 de ellas en España, según recuerda la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. El tráfico, las centrales térmicas y las plantas industriales son los principales culpables de la contaminación.
Vía | ecologistasenaccion.org | publico.es