La coalición exige que no haya recortes en la reserva, que se restaure la iglesia y que se tiren los bungalows ilegales.
La reducción de la vigilancia de la reserva marina de Tabarca y las actuaciones pendientes en la isla, van al llegar al Congreso de la mano del diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, quien, tras visitar la isla junto a miembros de la coalición de Alicante, Elche y Santa Pola, ha señalado que “el estado en que se encuentra la isla es el resultado de las políticas de especulación e insensibilidad medioambiental y cultural”. A su juicio, “Tabarca ofrece un patrimonio natural y cultural desbordante que necesita de una protección especialmente rigurosa por lo que parece imposible que las tres administraciones -municipal, autonómica y estatal- hayan consentido, y en algunos casos incluso promovido, el deterioro de la isla”.
Uno de los aspecto que más preocupa a la coalición es la reducción de medios para la vigilancia de la reserva marina que la deja a merced de los furtivos. También pedirán que la Consellera de Medio Ambiente realice la evaluación de impacto ambiental antes de dar luz verde a la construcción de un paseo con miradores cubiertos que, a juicio de Compromís, “pondría en peligro el valor natural y paisajístico de Tabarca ya que las obras contemplan la roturación y cementación de una parte de la isla”. Igualmente solicitan que Costas presione a la Generalitat para que se derriben los bungalows ilegales.
Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de la coalición local, Luis Falcó, ha señalado que también llevarán estas cuestiones a las Cortes Valencianas donde además se instará la tramitación del Plan Especial de Tabarca y se pedirá que se retome la restauración de la iglesia. Desde Compromís se ha denunciado el abandono del inmueble y se pide información sobre las piezas que, según señalan los vecinos, han desaparecido del templo.