“No necesitamos un ejército. Gasto Militar 0%”
Con este lema se dieron cita ante las puertas del acuartelamiento militar de Rabasa en Alacant una docena de antimilitaristas, con la intención de realizar un acto de denuncia coincidiendo con el Día de Acción Global contra los Gastos Militares, así como de sumarse a la campaña “¿Re-Cortar? Sí, lo Militar”, la cual, convocada por Alternativa Antimilitarista-MOC, ha arrancado hoy con sendos actos en diferentes ciudades del estado.Ver manifiesto de la campaña “¿Re-Cortar? Sí, lo Militar”:
Las antimilitaristas desplegaron pancartas ante la entrada del acuartelamiento en las que se pedía tanto la desaparición del gasto militar como la propia abolición del ejército. También distribuyeron material gráfico con el texto que copiamos abajo y el cartel de la campaña estatal “¿Re-Cortar? Sí, lo Militar”.
Mientras algunos activistas mantenían las pancartas, otro grupo, ataviados con mono blanco y casco procedieron a realizar la demolición simbólica del muro del cuartel. Provistos de martillos de juguete golpearon las paredes del muro hasta ser impedidos en su cometido por miembros de la policía nacional.
Al poco de comenzar la acción acudieron algunos agentes de la policía nacional, quienes se dedicaron a hostigar a los manifestantes desplazándolos a empujones e impidiéndoles mostrar su protesta ante la propia entrada del acuartelamiento. Los militares desplegados a la entrada no llegaron a intervenir en ningún momento. Reseñar como anécdota que la policía nacional desplazó una dotación de agentes, una vez terminada la acción, a un bar cercano en el que los activistas tomaban un refrigerio, siendo identificadas todas las personas presentes.
Un portavoz del Grup Antimilitarista Tortuga, colectivo organizador del acto, explicó a los medios de comunicación presentes los detalles de la convocatoria, incidiendo en el absurdo de mantener una institución nociva, inútil y perfectamente prescindible para la sociedad, como es el ejército. Institución que se sobrefinancia en detrimento de otros recursos y la cual es la que menos recortes sufre en este contexto de la crisis económica.
No necesitamos un ejército: Gasto Militar 0%
– Se nos dice que es imposible que un país no tenga ejército propio.
FALSO: Algunos estados, como Islandia, Costa Rica o Andorra no lo tienen y su integridad territorial permanece intacta.
– Se nos dice que el ministerio de defensa está haciendo grandes sacrificios con motivo de la crisis.
FALSO: Es uno de los ministerios que menos recortan. Además, una buena parte del gasto militar está repartida con otros nombres en presupuestos de varios ministerios y fondos del estado, con el fin de que no se conozca su uso bélico.
– Se nos dice que el ejército español está para defender las fronteras de la nación.
FALSO: Su principal tarea es participar en misiones e invasiones de países del tercer mundo en los que hay intereses económicos para las principales compañías españolas. Su papel es decisivo para que el mundo pobre sea expoliado por nuestros países occidentales y el sistema económico capitalista se mantenga.
– Se nos dice que el ejército español vela por nuestra seguridad.
FALSO: Su otra razón de ser es defender los intereses y propiedades de las minorías dominantes si llega el caso de que el pueblo, golpeado por la crisis, trata de reconquistar lo que le pertenece.
Todo dinero invertido en ejército no solo es un absurdo e inútil derroche, sino que va a parar a la defensa violenta de un sistema injusto y falto de libertad real.
Manifiesto de la Campaña
Atravesamos por un período de crisis, provocado por la especulación financiera, que está causando la destrucción de millones de puestos de trabajo y un incremento del desempleo hasta niveles jamás vistos. El número de personas en situación de pobreza y riesgo de exclusión social crece exponencialmente, lo que provoca un alarmante aumento de las desigualdades sociales.
Mientras la mayor parte de la población sufre este empeoramiento de sus condiciones de vida, los diferentes estados aprovechan para recortar derechos y conquistas laborales y reducir las partidas de carácter social, lo que supone, en el mejor de los casos un descenso de la calidad en la prestación de estos servicios, y en el peor, su desaparición. Al mismo tiempo, mantienen, cuando no incrementan de manera encubierta, el aparato militar y de control social con todo el gasto que conlleva.
Esta crisis no ha supuesto recortes del militarismo y el control social, ya que hemos comenzado 2012 con unos presupuestos ‘heredados’ del año anterior, año en el que el gasto presupuestado para el Ministerio de Defensa nominalmente bajaba un 7% respecto a 2010, pero la reducción real del gasto militar y el destinado al control social es rotundamente falsa. Entre Interior, Industria y Exteriores, la previsión presupuestaria asciende a 17.000 millones, muy por encima de los 8.500 que figuran en la cartera de Defensa.
Un ejemplo: el Ministerio de Industria ayuda a maquillar los presupuestos de Defensa con los llamados Programas Especiales de Armamento, lo que ha generado una deuda a la que ni el mismo Ministerio de Defensa sabe cómo hará frente, ya que la factura de dichos programas asciende a 30.000 millones de euros, en torno al 3% del PIB español.
Mientras los recortes son generalizados en educación, sanidad o servicios sociales, no solo no se cancelan programas de inversiones militares, sino que incluso aparecen otros nuevos, como la adquisición de la 5ª Fragata F-100 –por un importe aproximado de 4.100 millones de euros–, o el aumento de la implicación en el programa del escudo antimisiles: al compromiso de permitir la instalación del escudo en la base gaditana de Rota –que el gobierno de Zapatero adquirió con EE.UU.–, el gobierno de Rajoy ha decidido sumar al menos una fragata de la armada. El programa del escudo provocará un aumento del gasto militar dentro y fuera del estado y supondrá un nuevo impulso a la carrera armamentística mundial.
Esta apuesta por la militarización, si siempre debe rechazarse por sus consecuencias económicas, sociales, medioambientales, éticas y humanas, debe serlo aún más en un contexto en que se produce a costa de recortes que provocan un aumento de las desigualdades y condenan a la población a situaciones de exclusión social y pobreza.
Por todo esto, los grupos antimilitaristas que componemos AA-MOC, RANA y Mujeres de Negro de Madrid hacemos un llamamiento a asociaciones, colectivos y movimientos sociales para que se adhieran y participen activamente en nuestra campaña de denuncia del gasto militar y exigencia de su abolición.
FIN DE PARTIDA
NI UN HOMBRE, NI UNA MUJER NI UN EURO PARA LA GUERRA
Fuentes: